Las palabras nacen de lo que sientes, de tus sueños, frustraciones, de tu honestidad. La poesía te lleva a paisajes y pasillos nunca antes recorridos, como si fuera la primera noche íntima con aquella persona que acabas de conocer.
De poeta a poeta, de Rey a Plebeya. Con un premio lleno de orgullo, con sobras de humildad, con historia, con constancia, con esfuerzo.
Con ganas de pecar y saborear el elixir de los amantes, cerrar los ojos y flotar en las nubes de la subconsciencia.
Si tan solo la cama hablara, y tuviera palabras para transmitir el sentimiento.
Dijera: esto es amor, así de efímero, así de intenso, así de real.