sábado, 3 de diciembre de 2011

brisa de verano

Vamos a salir vamos a bacilar
Mira que linda está la tarde
Vamos a salir vamos a explorar

La monotonía llega, si te sientas a esperarla
Hay nuevos caminos solo tienes que buscarlos
Abre la puerta, cierra las heridas
Ya encontrarás a la persona que sea la dueña de tu vida

Vamos a salir vamos a bacilar
Mira que linda esta la noche
Vamos a salir vamos a explorar

No mires pa tras, En sal te convertirás
Pa lante siempre no importa que venga
Un día a la vez, aunque la noche sea larga.

jueves, 1 de diciembre de 2011

otro diciembre más...

Hoy es 1ero de diciembre, ya muchos están comenzando sentir la brisa navideña, en cambio yo, comienzo a sentir nostalgia, ya que fue el mes en que hace 22 años la Patria que me vió nacer, fue ultrajada, pisoteada y asesinada en manos del odio, y del genocida más grande de todos los tiempos, ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA.
A parte que también arrancaron la posibilidad a muchos de ver a sus hijos, sus padres, nietos, hermanos, crecer y envejecer; nos arrancaron ese orgullo patriótico en donde dábamos la vida por nuestros ideales.
Por eso la navidad nunca ha sido más que ese despilfarro de dinero y esa competencia entre amas de casa de quién hace más rico el pavo o el jamón; todo ha sido tergiversado, una fiesta religiosa, una vez más, convertida en un motivo para hacer DINERO.
Lo que si tengo bien claro es que no puedo permitir, y aunque me sienta a veces ahogada por la cruz que me ha tocado cargar, que todos sigan con su vida como si esta fecha no hubiera existido.
Sí, muchos dicen, ya pasa la página, supéralo, cómo si entendieran lo que se siente vivir esto en carne propia, a carne viva, pues no pretendo ni es de mi intención jamás, ni que me comprendan, ni dejar que se olvide, ya que la frustración y todos los sentimientos encontrados que tengo desde que tengo uso de razón a raíz de haber perdido a mi padre en la Invasión no se lo deseo ni a mi peor enemigo, si permitimos que la fecha pase desapercibida, estaremos infernalmente condenados a repetirla.
Yo he pasado por todos las fases que se pueden imaginar, negación, aceptación, odio, rencor, perdón, empatía, y ya con una edad madura y pensante, pues simplemente he decidido tomar esta lucha personal como bandera para ayudar a otras personas, que más lo necesitan.
Me considero afortunada, grandemente, con el hecho de que mi madre nunca se dejó vencer, e incluso tuvo dos trabajos a la vez, para educarme con los más altos estándares que su bolsillo se lo permitía, gracias a Dios ella logró tener su título profesional, sin embargo, todas aquellas familias, en donde por cosas del destino y de la vida, no pudieron terminar sus estudios, y se encontraron en la misma posición que yo, muchas veces llamaron a nuestra casa, para pedir hasta para comer.
Es injusto, inhumano, que nuestra propia patria, nos abandone de esta manera, que no nos dé las herramientas para que ese obstáculo que vivimos los podamos superar mediante becas y ayuda psicológica (gracias a Dios también pude obtener por medio de influencias) pero la verdad, es que el gobierno no ha hecho, y me atrevo a decir, que no HARÁ NADA.
La invasión es ese tema que nadie quiere tocar, hiere a todos, a banderitas blancas y a militares, a panameñistas, CD y PRD, todos tienen trapos sucios que esconder, pero hasta cuando nos vamos a SECTORIZAR o autoetiquetarnos con partidos políticos, si en realidad la única bandera que usamos es la de PANAMÁ, y que yo sepa las fronteras que tenemos son con Colombia y con Costa Rica, por qué demonios nos ponemos tantas fronteras si en realidad, cuando un problema afecta a PANAMÁ, nos afecta a TODOS por igual.
Es triste que un tema político afecte de manera directa y personal a todos, ya que el 20 de diciembre impactó negativamente a nuestra cultura, niños crecieron con imágenes de sangre como algo totalmente normal, y lo único que ha generado ha sido más violencia.
Con esto quiero dejar a entender que no es solamente mi problema, el que yo haya crecido sin padre, producto de la invasión, es un problema que nos compete a todos como ciudadanos, ya que miles de factores negativos para nuestra sociedad, se encendieron aquella noche, del 20 de diciembre, cuando a vísperas de navidad, y a esperas de que fueran fuegos artificiales, lo que recibimos fue bombas, y muerte, con un lazo rojo, no precisamente de regalo, sino de sangre.
Despierta PANAMÁ! No permitas que vuelva a suceder.